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Oraculo de Obi

Oraculo de Biagüe (I)

tablero coco Oráculo de Biagüe es el nombre que recibe el método o sistema de adivinación que utiliza cuatro pedazos de coco. Se denomina así porque el primer sacerdote que lo utilizó fue Biagüe. A pesar de que muchos piensan que es un oráculo muy simple, no lo es tanto ya que se debe tener en cuenta no solo de qué lado caen los cocos sino la posición en que estos caen, para saber qué orisha está hablando.

En lengua yoruba a los cocos se les llama Obi o agbón. En la santería o regla de Osha, el coco es un objeto de adoración con sus historias y poderes, y además es utilizado con diversos propósitos, todos fundamentales para el santero. Es usado como ofrenda para todos los santos, bien para hacer rogaciones o como parte de la comida que se les ofrece.

El dueño del coco es Obatalá, que es además dueño de la cabeza, del cerebro, del esqueleto y de todo lo blanco que hay en el organismo. Como Obatalá es el mayor de los orishas, les concede a todos los demás la posibilidad de expresar sus peticiones y sus mensajes por medio del coco. En la regla de Osha todos los ritos o ceremonias empiezan con una ofrenda de coco.

Cuando Obatalá, dueño del Obi, reunió a los santos para repartir la jerarquía entre ellos, lo hizo a los pies de un cocotero. Obatalá puso a los pies de cada uno de los orishas un coco partido, por eso todos los santos tienen derecho al coco, aunque al único que se le ofrenda pelado por dentro y por fuera es a Obatalá.

Con el coco partido en cuatro pedazos, se les pregunta continuamente a los muertos y a los orishas: donde desean que se les lleven los ebos, si están satisfechos con las ofrendas que han recibido, si durante la realización de un trabajo se ha omitido algún detalle o si se ha cometido algún error, si una vez realizado el trabajo éste será eficaz, etc.

Quizá uno de los usos mas importantes del coco en la santería, se basa en su poder adivinatorio. Un Iyalosha o santero puede realizar adivinación o registrar a través de los cocos. Tal vez la mayor diferencia entre el coco y los caracoles sea que al coco se le hacen preguntas directas, generalmente una sola y el coco da respuesta solo a esa pregunta, mientras que el Diloggún o caracol es mas amplio y versátil a la hora de hacer el registro. En el registro con coco, se trata con el santo un solo asunto y las respuestas son breves y lacónicas.

Dependiendo de como caigan los pedazos de coco, con la parte cóncava hacia arriba o hacia abajo, hay cinco combinaciones posibles. Llamaremos blanco y negro a los pedazos de coco teniendo en cuenta que el blanco es la parte blanca de la pulpa del coco y el negro es la cáscara exterior.

Cuando dos cocos caigan uno encima del otro se dice que vienen con iré (buena suerte). El iré es dado por el orisha si los cocos muestran su parte blanca hacia arriba o por el muerto si caen uno encima del otro pero mostrando la parte negra.

Se dice que el coco tiene cinco letras, que son las diferentes maneras en que los cuatro pedazos pueden caer al suelo:

  1. Alafia. Cuatro blancos hacia arriba.
  2. Etawa. Tres blancos y uno negro hacia arriba.
  3. Elleife. Dos blancos y dos negros hacia arriba.
  4. Okana. Tres negros y uno blancos hacia arriba.
  5. Oyekun. Cuatro negros hacia arriba.

Si en la tirada de coco aparece Alafia responde SI a la pregunta que se le hace.

Etawa es una letra insegura. Si se pregunta de nuevo y si vuelve a salir Etawa, se le denomina Etawa Melli y responde SI a la pregunta formulada.  Sino hay que ver que pide el orisha o el muerto.

Eyeife, es una letra segura, dice que SI. Lo que se sabe no se pregunta.

Okana, es una letra negativa, dice que NO, hay que ver que quiere el orisha. Cuando la pregunta se refiere a una ofrenda o un trabajo que se ha hecho, indica que falta algo y es preciso seguir preguntando hasta encontrar la respuesta.

Oyekun, es letra de muerto, hay que ver que quieren los eguns.